La fisioterapia es una especialidad dentro de las ciencias de la salud que ha ido evolucionando mucho desde sus inicios hasta la actualidad.

Un fisioterapeuta ha pasado de ser un apoyo del traumatólogo sobre las terapias músculo-esqueléticas, a ser un auténtico profesional de la salud, que conoce otras muchas áreas y especialidades, que se integra en trabajos multidisciplinarios y que se interrelaciona sin complejos con la medicina.

Es por eso que, además de las razones habituales e históricas por las cuales ir a un fisioterapeuta, hay muchos otros motivos que justificarían la visita.

Ir al fisio ya no sólo es por dolores agudos, mejorar la convivencia con dolores crónicos y algún masaje de vez en cuando… Sino que es un hábito que está bien ir haciendo rutinariamente (ej. cada 2-3 meses), para evaluar posturas, dolores, tendencias y disfunciones diversas. Ya sean sintomáticas como subclínicas (se presentan, pero sin dar una sintomatología evidente). Y el fisioterapeuta actuará en consecuencia, ya sea tratando directamente, o derivando a otro especialista que pueda complementar o tratar más y mejor al paciente.

Hay que tener claro que, para cualquier profesional, una buena derivación se puede considerar un éxito propio.

Es por esto que pensamos que se tendría que empezar a hablar de la existencia del FISIOTERAPEUTA DE CABECERA que representa la figura de un profesional de la salud que conoce al paciente multifactorialmente. Conoce la persona, la familia, el contexto, el trabajo, los antecedentes, las aficiones y los hábitos de vida del paciente. Dentro de este abordaje global han ido apareciendo los osteópatas que se caracterizan por ser especialmente integradores, realizando un abordaje holístico del individuo.

El terapeuta tiene que ayudar al paciente a ‘encarrilarse’, a ‘enfocarse’. Pero el tratamiento a largo plazo se tiene que hacer a través del mismo paciente y de sus hábitos de vida. Autogestionándose la salud a través de los buenos hábitos alimentarios, de descanso y de actividad física moderada. Este enfoque mejora enormemente las posibilidades de acierto en la valoración y tratamiento en un paciente.

En POLO-SALUD tenemos 8 fisioterapeutas de cabecera a disposición de todos los socios, con la única misión de ayudar en todo lo que se pueda, que creemos puede ser mucho.

Ricard Cornellà

Col. 6115

Fisioterapeuta, osteópata y Licenciado en Educación Física.